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La Segunda Edad de Tierra Media
(1º Parte):
De Númenor y la Creación del Anillo Único
(1 – 1700 SE)
Juan José Dobles (Edhelthindel)
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1. Tierra Media después de la Cólera
La Guerra de la Cólera entre Valinor y Melkor significó el final no sólo del Gran Señor Oscuro, sino también de la región oeste de Tierra Media conocida como Beleriand. Como se narra en “De los Anillos de Poder y la Tercera Edad” (El Silmarillion), “Beleriand quedó quebrantada y yerma; y en el norte y en el oeste muchas tierras se hundieron bajo las aguas del Gran Mar. En el este, en Ossiriand, los muros de Ered Luin se quebraron, y una gran hendidura se abrió hacia el sur, y el mar penetró y formó un golfo. Sobre ese golfo se precipitaba el río Lhûn por un nuevo curso, y por lo tanto se llamó el Golfo de Lhûn. Tiempo atrás ese país había sido llamado Lindon por los Noldor, y ese nombre tuvo en adelante…”
En el mapa de Tierra Media podemos encontrar esta región al noroeste, en donde podemos ver la pequeña cadena montañosa de Ered Luin (las Montañas Azules), la cual fue la gran frontera oriental de Beleriand durante la Primera Edad. Tras el colapso de Beleriand tanto elfos como hombres (e incluso enanos) huyeron hacia el este. Es precisamente en Lindon a donde se dirigen los ejércitos Eldar y Edain. Los elfos eran dirigidos por el Supremo Rey de los Noldor Gil-Galad, hijo de Fingon, y por Círdan, Señor de los Falathrim (elfos de las Falas). Entre ellos viajaban Galadriel (la última del linaje de Finarfin) y su esposo Celeborn, al igual que Elrond y Elros, hijos de Eärendil. A estos últimos por ser medio-elfos, los Valar les habían permitido escoger su destino. Elrond escogió el de los elfos y se convirtió en uno de los principales capitanes de Gil-Galad. Elros escogió el destino de los hombres y se convirtió en el gran líder de los vestigios de las Tres Casas de los Edain.
Tras la guerra, los Valar dieron su perdón a muchos de los elfos y les permitieron navegar a Valinor. Sin embargo, muchos permanecieron en Tierra Media. Algunos (principalmente Teleri de Doriath y Ossiriand) marcharon hacia el este y se mezclaron con los Avari y Nandor en los reinos silvanos más allá de las Montañas Nubladas. Pero Gil-Galad y Círdan decidieron quedarse en Lindon y fundar un lugar desde el cual los Eldar pudieran hacerse a la mar en busca de Valinor. Es así como nacen los Puertos Grises (Mithlond). Este evento marcó el inicio de la Segundo Edad.
2. Elenna
Para los Edain la pérdida de Beleriand significó el final de los reinos que habían defendido durante generaciones. Por ello los Valar enviaron a Eönwë ante los hombres para instruirlos. Y se les otorgó sabiduría y poder y una larga vida en recompensa por su valor durante la guerra. Y Ossë levantó desde las profundidades del Gran Mar una tierra que Aulë fortaleció y Yavanna enriqueció. Esta isla fue conocida como Andor, la tierra del Don. Eärendil brilló entonces en el oeste indicándole a su hijo Elros que lo siguiera. Así fue como los Edain se hicieron a la mar y llegaron hasta Andor, a la cual llamaron Elenna, que significa Hacia las Estrellas. Pero también la llamaron Anadûnê, que significa Promontorio del Occidente, Númenórë en Alto Eldarin.
La Isla de Númenor (como llegó a ser conocida posteriormente) se encontraba en el medio del Gran Mar, a medio camino entre Tierra Media y Valinor. Su forma era la de una estrella de cinco picos. Tras su llegada los Edain fundaron el Reino de Númenor y en el año 32 SE Elros fue coronado como su primer rey con el nombre de Tar-Minyatur. La partícula “Tar-“ (quenya: elevado, noble augusto) se colocó a partir de entonces como prefijo del nombre de todos los reyes de Númenor hasta los tiempos de Ar-Adunakhor (Tar-Herunúmen) en el 2899 SE.
El reino estaba dividido en seis regiones: Forostar (Tierras Septentrionales), Andustar (Tierras Occidentales), Hyarnustar (Tierras Suroccidentales), Hyarrostar (Tierras Australes), Orrostar (Tierras Orientales) y Mittalmar (Tierra Adentro). Al este de esta última región se encontraba Arandor, la Tierra del Rey, en donde Elros fundó Armenelos, la ciudad capital del reino, a los pies del Meneltarma (Pilar de los Cielos), la principal montaña de la isla. Esta montaña fue consagrada a la veneración de Eru Ilúvatar y los reyes debían subir a su cima por lo menos tres veces al año para alabar a Ilúvatar. En lo alto de la montaña anidaban los Testigos de Manwë, las águilas enviadas desde Aman para protegerla. En Andustar se encontraba el puerto de Andúnië (el principal al oeste de la isla) y al sur de la región estaba Eldalondë el Verde a donde en los días tempranos llegaban los navíos blancos de los Eldar desde Avallónë en Tol Eressëa. Sin embargo, Rómenna, el principal puerto de Númenor, se encontraba en el este de la isla pues los Valar habían dado una única prohibición a los hombres: nunca deberían navegar hacia el oeste ni buscar las costas de Valinor.
Con la ayuda de los elfos Númenor se convirtió en un gran reino que progresó en todas las artes y las ciencias, desde la fabricación de armas y el trabajo de los metales hasta la navegación. Y entre los muchos regalos de los elfos, Númenor fue bendecida con un vástago de Celeborn, el Árbol Blanco de Tol Eressëa que era a su vez vástago de Galathilion, el Árbol de Túna. Este vástago fue plantado en el patio del Rey en Armenelos, y se le llamó Nimloth.
En 442 SE murió Elros Tar-Minyatur heredando su cetro a su nieto Tar-Amandil, quien comenzó la tradición de los reyes de ceder el trono a sus herederos antes de morir, cuando la vejez comenzaba a cansarlos.
Durante el reinado del cuarto rey de Númenor, Tar-Elendil, la princesa Silmariën se casó con Elatan, dando origen a la Casa de los Señores de Andúnië, leales a los Valar, amigos de los Eldar y futuros fundadores de los reinos de Gondor y Arnor en Tierra Media. Como regalo de bodas Tar-Elendil le regaló a Elatan el Anillo de Barahir, el cual se convirtió así en una herencia de los Señores de Andúnië.
En el año 600 SE, el capitán Vëantur atracó su barco Entulessë (Retorno) en Mithlond, siendo el primer barco numenoreano en regresar a Tierra Media. Fue recibido con honores por Gil-Galad, Rey de Lindon, quien veía en los numenoreanos a los herederos de la antigua gran amistad entre Eldar y Edain.
3. Los Noldor en Tierra Media
Para muchos Noldor la proximidad del Gran Mar les traía nostalgia, por lo que decidieron cruzar las montañas de Ered Luin y dirigirse hacia el este, hasta el lago Nenuial en Eriador, el cual sería conocido después como el lago Evendim. Este grupo era dirigido por Galadriel y Celeborn, y entre ellos viajaba Celebrimbor, hijo de Curufin, quien era estimado por Galadriel pues se había rebelado contra su padre después que las acciones de este provocaran la muerte de Finrod Felagund a manos de Sauron durante la Búsqueda del Silmaril.
Pero Galadriel no se sentía conforme en ese lugar, pues le llegaban rumores de una sombra que comenzaba a crecer en el este lejano: un siniestro recuerdo de Melkor que parecía haber echado raíces entre los pueblos de los hombres que alguna vez combatieron al lado de Morgoth.
En aquellos tiempos muchos de los enanos de los antiguos reinos de Belegost y Nogrod habían viajado en busca del gran reino de Khazad-dûm (Moria) en las Montañas Nubladas. Sin embargo, mantenían un comercio constante con las minas que quedaban en las Ered Luin a través del camino Este-Oeste que pasaba al sur del Nenuial. Así fue como Galadriel supo del Pueblo de Dúrin y, estimando lo fuertes y grandes guerreros que son los enanos, decidió que lo mejor era buscar aquel reino y entablar amistad con su rey. En esto fue secundada por Celebrimbor pues los Noldor siempre han sentido afecto por los Naugrim. Pero Celeborn no era de igual parecer, pues era pariente de Eru Thingol, Rey de Doriath, quien fue muerto por enanos de Nogrod durante la disputa por el Nauglamir.
Aún así los deseos de Galadriel prevalecieron y los Noldor se dirigieron hacia la región de Acebeda, al oeste de Moria, en donde fundaron el Reino de Eregion. Ost-in-Edhil fue su ciudad principal, la cual comenzó a construirse en el año 750 SE bajo la dirección de Celebrimbor y la ayuda de los enanos de Khazad-dûm que veían con muy buenos ojos la llegada de los elfos artesanos.
En aquellos tiempos Khazad-dûm era gobernada por Dúrin II, quien entabló fuertes vínculos con los Gwaith-i-Mírdain (el pueblo de los orfebres), nombre que se dieron a sí mismos los elfos de Eregion. Fue entonces cuando se construyó la Puerta Oeste de Moria, creación conjunta de Narvi y Celebrimbor que conectaba ambos reinos.
De los elfos, los enanos aprovecharon las artes aprendidas por los Noldor en Valinor, mientras que de los enanos los elfos aprendieron mucho del trabajo de los metales, principalmente el mithril, el cual sólo se encontraba en las profundidades de Moria.
Gracias a Dúrin II, Galadriel supo de un reino nandorin en los bosques al este de Moria, el cual había acogido a muchos sindar y elfos verdes que provenían de Beleriand. Este reino era conocido como Lórinand o Laurelindórinan, y Galadriel comenzó a enviar a varios Noldor para que vivieran en él y así acrecentar la amistad entre ambos pueblos. Quizás por la nostalgia que el recuerdo de Valinor causaba en su alma, Galadriel pronto rebautizó este reino bajo el nombre de Lothlórien o Lórien.
4. Aldarion y Erendis
Anardil, hijo de Meneldur (quien sería el quinto rey de Númenor), era también nieto por el lado de su madre del capitán Vëantur de quien heredó un intenso amor por el mar y la afición al arte de la fabricación de barcos. Cuando cumplió los 25 años, Vëantur le pidió que lo acompañara en su último viaje a Tierra Media. Meneldur le dio su bendición a pesar de las dudas que ensombrecían su corazón.
El viaje se inició en el 725 SE y duró más de dos años, y en él Anardil hizo amistad con Gil-Galad, a quien le regaló varias semillas de mallorn traídas desde Númenor. Estas semillas nunca llegaron a crecer en el Golfo de Lhûn, pues Gil-Galad se las regaló a Galadriel. Anardil aprovechó su visita a Lindon para aprender de Círdan sobre la fabricación de barcos. También recorrió algunos bosques de Tierra Media y entró en contacto con los pueblos de los hombres que vivían en Eriador y los Valles del Anduin. Aunque el regreso de Anardil alegró a Meneldur, pronto comprendió que el corazón de su hijo ahora le pertenecía al Mar. Muchos otros viajes emprendió Aldarion (como fue llamado Anardil), llegando a explorar las costas de Tierra Media hasta más al sur de Harad.
Cuando su padre fue coronado, Aldarion decidió quedarse en Númenor por un tiempo. Mejoró entonces los puertos del reino, construyó gran cantidad de barcos y fundó el Gremio de los Aventureros para explorar las costas distantes de Tierra Media. Hizo también construir un barco que le sirviera de hogar y lo llamó Eämbar. Tar-Meneldur sentía gran tristeza por las largas ausencias de Aldarion e intentó oponerse a sus viajes prohibiendo la tala de árboles en Númenor para la creación de barcos. Pero entonces Aldarion dirigió su mirada a los bosques de Tierra Media y fundó Vinyalondë, el Puerto Nuevo (que sería conocido después como Lond Daer), en la desembocadura del río Gwathló.
Cuando Aldarion cumplió 100 años Tar-Meneldur celebró una gran fiesta para proclamarlo como su sucesor. En esa fiesta lo conoció Erendis, hija de un señor del oeste de la isla, quien se enamoró de él y se integró al séquito de la reina para vivir en Armenelos. Pronto Aldarion también se fijó en su belleza, pero aún pasaría mucho tiempo antes que admitiera sus sentimientos. Las diferencias entre padre e hijo habían aumentado y Tar-Meneldur lo presionaba a casarse, algo que molestaba a Aldarion. El heredero vivió entonces largos periodos en Tierra Media lejos de Númenor y de Erendis.
Varios años pasaron hasta que Aldarion hizo las paces con su padre y en el 871 SE Aldarion y Erendis contrajeron matrimonio. Como regalo de bodas la joven recibió del rey el señorío de la región de Emerië en Mittalmar pues ella amaba los bosques, y allí construyó una hermosa casa blanca. Pero Erendis sentía que su esposo amaba más el Mar y un frío comenzó a helar sus sentimientos.
Dos años más tarde Erendis dio a luz a Ancalimë, quien llegó a ser una de las mujeres más hermosas de Númenor. Pero Aldarion se sentía inquieto por las noticias que llegaban a Númenor. Los hombres de Tierra Media se habían vuelto hostiles y atacaban los puertos numenoreanos, al parecer incentivados por una fuerza oscura que venía desde el este. Aldarion construyó entonces un enorme barco-castillo llamado Hirilondë y se hizo a la mar cuando Ancalimë tenía apenas 4 años, en contra de los deseos de su esposa y sin la bendición de su padre. Llena de amargura Erendis tomó a su hija y abandonó Armenelos. Y a partir de entonces vivió en su casa en Emerië lejos de la corte, sin más compañía que la de su hija y sus sirvientas.
Cuando Aldarion regresó su hija ya tenía 7 años, pero ante la amargura y el rechazo de Erendis decidió dejar Númenor para siempre. Sin embargo, Tar-Meneldur lo contuvo, pues su hijo había traído terribles noticias de Gil-Galad: los elfos de Lindon habían sentido la sombra que crecía en el este, pero a diferencia de los numenoreanos, reconocían en esta sombra la obra de un sirviente de Morgoth. Un nuevo Señor Oscuro se estaba levantando en el oriente.
Tar-Meneldur decidió entonces ceder el cetro a su hijo, quien fue coronado en el 883 SE. El nuevo rey mandó a traer a su hija de regreso a Armenelos, pero su esposa se rehusó a reunirse con él.
Durante su reinado Tar-Aldarion fortificó los puertos numenoreanos en Tierra Media y apoyó militarmente a Gil-Galad.
En el 892 SE, cuando Ancalimë tenía 19 años, Tar-Aldarion cambió las leyes de Númenor para que ella pudiera heredar la corona. De esta manera Tar-Ancalimë se convirtió en la primera reina de Númenor en 1075 SE. Pero era orgullosa y obstinada y guardaba un fuerte resentimiento contra Tierra Media por la separación de sus padres. Tras la muerte de Tar-Aldarion en 1098 SE, Tar-Ancalimë abandonó las empresas de su padre y suspendió su apoyo a los elfos de Lindon. Esto fue un duro golpe para Gil-Galad, pues la identidad del nuevo Señor Oscuro por fin se había revelado.
5. El Nuevo Señor Oscuro
Tras la derrota de su señor en la Guerra de la Cólera, Sauron, su mayor sirviente, huyó hacia las lejanas tierras del este esperando escapar así al castigo de los Valar. Y por mucho tiempo permaneció escondido, hasta que al ver la desolación del mundo pensó que los Valar habían olvidado nuevamente Tierra Media y su orgullo y odio contra los Eldar crecieron de prisa. Corrompió a muchos pueblos de hombres en el este y los hizo creer que Melkor era el verdadero Señor de Arda. Crió también a los orcos y amparó a otras criaturas oscuras que habían logrado escapar de la destrucción de Angband.
Pero a sus oídos llegaron las noticias de la fundación de Eregion y de la llegada a Tierra Media de los barcos numenoreanos, y su ira fue aún mayor. Pronto logró sumar entre sus adeptos a muchos pueblos de Harad y los convenció de que los numenoreanos sólo deseaban quitarles sus tierras y gobernarlos como a esclavos. Fue entonces que comenzaron los ataques contra los puertos. Pero Sauron no se atrevía a enfrentarse directamente a Gil-Galad ni a Galadriel, pues aún les temía, pero también envidiaba sus conocimientos. Ya en el año 1000 SE Sauron sintió que tenía el poder suficiente para llevar a cabo sus planes, por lo que se atrincheró en Mordor y comenzó la construcción de Barad-dûr.
Fue entonces cuando adoptó una imagen hermosa y se presentó ante los príncipes élficos bajo el nombre de Annatar, el Señor de los Dones, ofreciendo su conocimiento como ayuda a los elfos. Pero en Lindon fue rechazado, pues Gil-Galad y Elrond, aunque no conocían su verdadera identidad, dudaban de las hermosas palabras de aquel supuesto emisario de los Valar.
Pero en Eregion, Celebrimbor lo recibió, pues anhelaba llegar a compararse en obras con su abuelo Fëanor. Y Sauron se hizo llamar entonces Aulendil, pues afirmaba haber llegado a Tierra Media en nombre del Vala Aulë. Pero Galadriel desconfió de él, pues ella había sido discípula de Aulë y Yavanna en Valinor y no recordaba haberlo visto nunca.
Sin embargo, poco pudo hacer ella contra las maquinaciones de Sauron, pues se había ganado el favor de los Gwaith-i-Mírdain a través de los muchos secretos que les reveló sobre el trabajo de los metales y la magia de la forja. Poco a poco el Maia volcó el corazón de los elfos a favor de Celebrimbor, hasta que alrededor del año 1400 SE, Galadriel decidió abandonar Eregion donde ya no era estimada. Celeborn habría querido viajar con ella, pero no quiso cruzar el reino enano de Khazad-dûm, pues este era el camino que la noldo escogió ya que deseaba llegar a Lothlórien desde donde podría vigilar a Aulendil. En este viaje sólo la acompañó su hija Celebrían. En Lothlórien Galadriel tomó el mando de la defensa contra Sauron con ayuda de Amroth.
A partir del 1200 SE los Gwaith-i-Mírdain comenzaron la forja de anillos mágicos bajo la tutela de Aulendil. En los siguientes tres siglos los elfos de Eregion perfeccionan este arte y alrededor del 1500 SE son forjados los Nueve Anillos de los Hombres y los Siete de los Enanos. El propio Celebrimbor le regaló el principal anillo de los Siete a su amigo Dúrin III, Señor de Khazad-dûm.
Sauron abandonó entonces Eregion y se dirigió a Mordor, en donde utilizó los conocimientos de los elfos para forjar el Anillo Único en los fuegos del Orodruin (el Monte del Destino) alrededor del 1600 SE.
Pero Celebrimbor también creó tres poderosos anillos sin la ayuda de Sauron: Nenya, Narya y Vilya, pues la ausencia de Aulendil lo había hecho recordar las advertencias que recibiera de Galadriel y Gil-Galad.
Cuando Sauron terminó de forjar el Anillo Único y pronunció su fatal hechizo, Celebrimbor escuchó con espanto aquellas palabras haciendo eco en los demás anillos. Temiendo por los suyos y percibiendo el poder que ejercería el Único sobre los demás Anillos de Poder, fue a través del reino de Dúrin a Lórien para pedirle consejo a Galadriel. Ella le aconsejó que ocultara los anillos y los mantuviera lo más alejados del nuevo Señor Oscuro. Celebrimbor así lo hizo y sin perder tiempo le entregó Nenya a Galadriel. Regresó a Moria, puso en alerta a la gente de Dúrin; pasó por Eregion informando a los suyos del peligro y de ahí salió a reunirse con Gil-Galad a quien le entregó Narya y Vilya para que los resguardara; una vez hecho esto regresó a Ost-in-Edhil a esperar la guerra inevitable.
6. Los Últimos Días de Eregion
Pronto Sauron reclamó los Anillos de Poder para sí, pero Celebrimbor se negó a entregárselos. Encolerizado, Sauron reunió un enorme ejército de orcos y orientales que marchó a través de Calenardhon (la región que sería conocida como Rohan en la Tercera Edad) en 1695 SE. Gil-Galad entonces envió una fuerza al mando de Elrond para hacerle frente a Sauron.
Pero los ejércitos oscuros se dirigieron entonces a Eregion. Celeborn tomó parte del ejército de los Gwaith-i-Mírdain en intentó cerrarles el paso. Sin embargo, las huestes de Sauron eran mucho más numerosas y fue rechazado hacia el norte, donde logró unirse a Elrond. Pronto Eregion fue arrasada y Ost-in-Edhil fue sitiada.
Elrond y Celeborn intentaron desesperadamente romper el sitio, pero les fue imposible. La ciudad cayó en pocos días y Celebrimbor fue hecho prisionero por el propio Sauron, quien se apropió de los Nueve y otras obras de los orfebres élficos. A través del tormento, Sauron resquebrajó la voluntad de Celebrimbor y averiguó el paradero de los Siete. Pero de los Tres, Celebrimbor nunca dijo nada. Entonces Sauron hizo que lo mataran y llevó como estandarte el cadáver de Celebrimbor colgado de una pérdiga y atravesado por flechas de orcos. Desalentado ante semejante visión y comprendiendo que Eregion ya se había perdido, Elrond ordenó retroceder ante la arremetida de Sauron. Y allí mismo todas sus tropas hubiesen muerto si no fuese porque Dúrin III atacó la retaguardia del ejército oscuro con apoyo de los elfos de Lothlórien conducidos por Amroth. Sauron abandonó la persecución de Elrond y se volvió contra enanos y elfos que se refugiaron en Moria y cerraron para siempre la Puerta Oeste. Desde entonces Sauron juró que algún día destruiría Khazad-dûm.
Elrond y Celeborn se refugiaron en los valles del noroeste de las Montañas Nubladas y allí, en 1697 SE, Elrond construyó un refugio fortificado al que llamó Imladris (Rivendel).
Pero Sauron aún no había terminado su ataque contra los elfos. En muy poco tiempo conquistó toda Eriador y obligó a Gil-Galad y los numenoreanos a atrincherarse en Lindon. Hombres y elfos huyeron hacia el este a través de las Montañas Nubladas. En sus adentros Sauron había adivinado el paradero de los Tres Anillos de los Elfos y estaba decidido a aplastar a Gil-Galad de una vez por todas. Pero el rey elfo envió mensajeros a Númenor en busca de ayuda.
Así, en 1700 SE el heredero al trono Tar-Minastir envió una gran flota al mando del almirante Ciryatur que desembarcó en los Puertos Grises. Con este apoyo Gil-Galad rompió el sitio y destrozó los ejércitos oscuros que estaban entre él y Elrond. Sauron se replegó entonces hacia el sur, pero fue interceptado por un segundo ejército numenoreano que había desembarcado en Lond Daer. La derrota fue completa y el propio Sauron apenas logró escapar a Mordor.
El resultado de esta guerra fue variado. Eregion había sido destruido, Celebrimbor había muerto y Sauron se había adueñado de los Nueve y conocía el paradero de los Siete. Pero los Tres Anillos de los Elfos permanecían a salvo y Númenor había demostrado ser un enemigo demasiado formidable para Sauron.
En ese tiempo se celebró el primer Concilio en Rivendel al cual asistieron todos los líderes élficos. Gil-Galad decidió mantener una fortaleza al este de Eriador y nombró a Elrond vicerregente y le dio a Vilya. Galadriel se reunió de nuevo con Celeborn y vivieron en Eriador hasta que Amroth abandonó Lothlórien en busca de Nimrodel. Durante este Concilio Elrond se enamoró de la hija de Galadriel, Celebrían, y tiempo después se casaron.
Pero para todos los líderes era claro que con Sauron y su Anillo los tiempos de oscuridad habían vuelto a Tierra Media.
En Númenor mientras tanto, una sombra propia comenzaba a crecer en el horizonte.
(Continúa con “La Segunda Edad de Tierra Media: Del Fin de Númenor y la Última Alianza”)
1. Tierra Media después de la Cólera
La Guerra de la Cólera entre Valinor y Melkor significó el final no sólo del Gran Señor Oscuro, sino también de la región oeste de Tierra Media conocida como Beleriand. Como se narra en “De los Anillos de Poder y la Tercera Edad” (El Silmarillion), “Beleriand quedó quebrantada y yerma; y en el norte y en el oeste muchas tierras se hundieron bajo las aguas del Gran Mar. En el este, en Ossiriand, los muros de Ered Luin se quebraron, y una gran hendidura se abrió hacia el sur, y el mar penetró y formó un golfo. Sobre ese golfo se precipitaba el río Lhûn por un nuevo curso, y por lo tanto se llamó el Golfo de Lhûn. Tiempo atrás ese país había sido llamado Lindon por los Noldor, y ese nombre tuvo en adelante…”
En el mapa de Tierra Media podemos encontrar esta región al noroeste, en donde podemos ver la pequeña cadena montañosa de Ered Luin (las Montañas Azules), la cual fue la gran frontera oriental de Beleriand durante la Primera Edad. Tras el colapso de Beleriand tanto elfos como hombres (e incluso enanos) huyeron hacia el este. Es precisamente en Lindon a donde se dirigen los ejércitos Eldar y Edain. Los elfos eran dirigidos por el Supremo Rey de los Noldor Gil-Galad, hijo de Fingon, y por Círdan, Señor de los Falathrim (elfos de las Falas). Entre ellos viajaban Galadriel (la última del linaje de Finarfin) y su esposo Celeborn, al igual que Elrond y Elros, hijos de Eärendil. A estos últimos por ser medio-elfos, los Valar les habían permitido escoger su destino. Elrond escogió el de los elfos y se convirtió en uno de los principales capitanes de Gil-Galad. Elros escogió el destino de los hombres y se convirtió en el gran líder de los vestigios de las Tres Casas de los Edain.
Tras la guerra, los Valar dieron su perdón a muchos de los elfos y les permitieron navegar a Valinor. Sin embargo, muchos permanecieron en Tierra Media. Algunos (principalmente Teleri de Doriath y Ossiriand) marcharon hacia el este y se mezclaron con los Avari y Nandor en los reinos silvanos más allá de las Montañas Nubladas. Pero Gil-Galad y Círdan decidieron quedarse en Lindon y fundar un lugar desde el cual los Eldar pudieran hacerse a la mar en busca de Valinor. Es así como nacen los Puertos Grises (Mithlond). Este evento marcó el inicio de la Segundo Edad.
2. Elenna
Para los Edain la pérdida de Beleriand significó el final de los reinos que habían defendido durante generaciones. Por ello los Valar enviaron a Eönwë ante los hombres para instruirlos. Y se les otorgó sabiduría y poder y una larga vida en recompensa por su valor durante la guerra. Y Ossë levantó desde las profundidades del Gran Mar una tierra que Aulë fortaleció y Yavanna enriqueció. Esta isla fue conocida como Andor, la tierra del Don. Eärendil brilló entonces en el oeste indicándole a su hijo Elros que lo siguiera. Así fue como los Edain se hicieron a la mar y llegaron hasta Andor, a la cual llamaron Elenna, que significa Hacia las Estrellas. Pero también la llamaron Anadûnê, que significa Promontorio del Occidente, Númenórë en Alto Eldarin.
La Isla de Númenor (como llegó a ser conocida posteriormente) se encontraba en el medio del Gran Mar, a medio camino entre Tierra Media y Valinor. Su forma era la de una estrella de cinco picos. Tras su llegada los Edain fundaron el Reino de Númenor y en el año 32 SE Elros fue coronado como su primer rey con el nombre de Tar-Minyatur. La partícula “Tar-“ (quenya: elevado, noble augusto) se colocó a partir de entonces como prefijo del nombre de todos los reyes de Númenor hasta los tiempos de Ar-Adunakhor (Tar-Herunúmen) en el 2899 SE.
El reino estaba dividido en seis regiones: Forostar (Tierras Septentrionales), Andustar (Tierras Occidentales), Hyarnustar (Tierras Suroccidentales), Hyarrostar (Tierras Australes), Orrostar (Tierras Orientales) y Mittalmar (Tierra Adentro). Al este de esta última región se encontraba Arandor, la Tierra del Rey, en donde Elros fundó Armenelos, la ciudad capital del reino, a los pies del Meneltarma (Pilar de los Cielos), la principal montaña de la isla. Esta montaña fue consagrada a la veneración de Eru Ilúvatar y los reyes debían subir a su cima por lo menos tres veces al año para alabar a Ilúvatar. En lo alto de la montaña anidaban los Testigos de Manwë, las águilas enviadas desde Aman para protegerla. En Andustar se encontraba el puerto de Andúnië (el principal al oeste de la isla) y al sur de la región estaba Eldalondë el Verde a donde en los días tempranos llegaban los navíos blancos de los Eldar desde Avallónë en Tol Eressëa. Sin embargo, Rómenna, el principal puerto de Númenor, se encontraba en el este de la isla pues los Valar habían dado una única prohibición a los hombres: nunca deberían navegar hacia el oeste ni buscar las costas de Valinor.
Con la ayuda de los elfos Númenor se convirtió en un gran reino que progresó en todas las artes y las ciencias, desde la fabricación de armas y el trabajo de los metales hasta la navegación. Y entre los muchos regalos de los elfos, Númenor fue bendecida con un vástago de Celeborn, el Árbol Blanco de Tol Eressëa que era a su vez vástago de Galathilion, el Árbol de Túna. Este vástago fue plantado en el patio del Rey en Armenelos, y se le llamó Nimloth.
En 442 SE murió Elros Tar-Minyatur heredando su cetro a su nieto Tar-Amandil, quien comenzó la tradición de los reyes de ceder el trono a sus herederos antes de morir, cuando la vejez comenzaba a cansarlos.
Durante el reinado del cuarto rey de Númenor, Tar-Elendil, la princesa Silmariën se casó con Elatan, dando origen a la Casa de los Señores de Andúnië, leales a los Valar, amigos de los Eldar y futuros fundadores de los reinos de Gondor y Arnor en Tierra Media. Como regalo de bodas Tar-Elendil le regaló a Elatan el Anillo de Barahir, el cual se convirtió así en una herencia de los Señores de Andúnië.
En el año 600 SE, el capitán Vëantur atracó su barco Entulessë (Retorno) en Mithlond, siendo el primer barco numenoreano en regresar a Tierra Media. Fue recibido con honores por Gil-Galad, Rey de Lindon, quien veía en los numenoreanos a los herederos de la antigua gran amistad entre Eldar y Edain.
3. Los Noldor en Tierra Media
Para muchos Noldor la proximidad del Gran Mar les traía nostalgia, por lo que decidieron cruzar las montañas de Ered Luin y dirigirse hacia el este, hasta el lago Nenuial en Eriador, el cual sería conocido después como el lago Evendim. Este grupo era dirigido por Galadriel y Celeborn, y entre ellos viajaba Celebrimbor, hijo de Curufin, quien era estimado por Galadriel pues se había rebelado contra su padre después que las acciones de este provocaran la muerte de Finrod Felagund a manos de Sauron durante la Búsqueda del Silmaril.
Pero Galadriel no se sentía conforme en ese lugar, pues le llegaban rumores de una sombra que comenzaba a crecer en el este lejano: un siniestro recuerdo de Melkor que parecía haber echado raíces entre los pueblos de los hombres que alguna vez combatieron al lado de Morgoth.
En aquellos tiempos muchos de los enanos de los antiguos reinos de Belegost y Nogrod habían viajado en busca del gran reino de Khazad-dûm (Moria) en las Montañas Nubladas. Sin embargo, mantenían un comercio constante con las minas que quedaban en las Ered Luin a través del camino Este-Oeste que pasaba al sur del Nenuial. Así fue como Galadriel supo del Pueblo de Dúrin y, estimando lo fuertes y grandes guerreros que son los enanos, decidió que lo mejor era buscar aquel reino y entablar amistad con su rey. En esto fue secundada por Celebrimbor pues los Noldor siempre han sentido afecto por los Naugrim. Pero Celeborn no era de igual parecer, pues era pariente de Eru Thingol, Rey de Doriath, quien fue muerto por enanos de Nogrod durante la disputa por el Nauglamir.
Aún así los deseos de Galadriel prevalecieron y los Noldor se dirigieron hacia la región de Acebeda, al oeste de Moria, en donde fundaron el Reino de Eregion. Ost-in-Edhil fue su ciudad principal, la cual comenzó a construirse en el año 750 SE bajo la dirección de Celebrimbor y la ayuda de los enanos de Khazad-dûm que veían con muy buenos ojos la llegada de los elfos artesanos.
En aquellos tiempos Khazad-dûm era gobernada por Dúrin II, quien entabló fuertes vínculos con los Gwaith-i-Mírdain (el pueblo de los orfebres), nombre que se dieron a sí mismos los elfos de Eregion. Fue entonces cuando se construyó la Puerta Oeste de Moria, creación conjunta de Narvi y Celebrimbor que conectaba ambos reinos.
De los elfos, los enanos aprovecharon las artes aprendidas por los Noldor en Valinor, mientras que de los enanos los elfos aprendieron mucho del trabajo de los metales, principalmente el mithril, el cual sólo se encontraba en las profundidades de Moria.
Gracias a Dúrin II, Galadriel supo de un reino nandorin en los bosques al este de Moria, el cual había acogido a muchos sindar y elfos verdes que provenían de Beleriand. Este reino era conocido como Lórinand o Laurelindórinan, y Galadriel comenzó a enviar a varios Noldor para que vivieran en él y así acrecentar la amistad entre ambos pueblos. Quizás por la nostalgia que el recuerdo de Valinor causaba en su alma, Galadriel pronto rebautizó este reino bajo el nombre de Lothlórien o Lórien.
4. Aldarion y Erendis
Anardil, hijo de Meneldur (quien sería el quinto rey de Númenor), era también nieto por el lado de su madre del capitán Vëantur de quien heredó un intenso amor por el mar y la afición al arte de la fabricación de barcos. Cuando cumplió los 25 años, Vëantur le pidió que lo acompañara en su último viaje a Tierra Media. Meneldur le dio su bendición a pesar de las dudas que ensombrecían su corazón.
El viaje se inició en el 725 SE y duró más de dos años, y en él Anardil hizo amistad con Gil-Galad, a quien le regaló varias semillas de mallorn traídas desde Númenor. Estas semillas nunca llegaron a crecer en el Golfo de Lhûn, pues Gil-Galad se las regaló a Galadriel. Anardil aprovechó su visita a Lindon para aprender de Círdan sobre la fabricación de barcos. También recorrió algunos bosques de Tierra Media y entró en contacto con los pueblos de los hombres que vivían en Eriador y los Valles del Anduin. Aunque el regreso de Anardil alegró a Meneldur, pronto comprendió que el corazón de su hijo ahora le pertenecía al Mar. Muchos otros viajes emprendió Aldarion (como fue llamado Anardil), llegando a explorar las costas de Tierra Media hasta más al sur de Harad.
Cuando su padre fue coronado, Aldarion decidió quedarse en Númenor por un tiempo. Mejoró entonces los puertos del reino, construyó gran cantidad de barcos y fundó el Gremio de los Aventureros para explorar las costas distantes de Tierra Media. Hizo también construir un barco que le sirviera de hogar y lo llamó Eämbar. Tar-Meneldur sentía gran tristeza por las largas ausencias de Aldarion e intentó oponerse a sus viajes prohibiendo la tala de árboles en Númenor para la creación de barcos. Pero entonces Aldarion dirigió su mirada a los bosques de Tierra Media y fundó Vinyalondë, el Puerto Nuevo (que sería conocido después como Lond Daer), en la desembocadura del río Gwathló.
Cuando Aldarion cumplió 100 años Tar-Meneldur celebró una gran fiesta para proclamarlo como su sucesor. En esa fiesta lo conoció Erendis, hija de un señor del oeste de la isla, quien se enamoró de él y se integró al séquito de la reina para vivir en Armenelos. Pronto Aldarion también se fijó en su belleza, pero aún pasaría mucho tiempo antes que admitiera sus sentimientos. Las diferencias entre padre e hijo habían aumentado y Tar-Meneldur lo presionaba a casarse, algo que molestaba a Aldarion. El heredero vivió entonces largos periodos en Tierra Media lejos de Númenor y de Erendis.
Varios años pasaron hasta que Aldarion hizo las paces con su padre y en el 871 SE Aldarion y Erendis contrajeron matrimonio. Como regalo de bodas la joven recibió del rey el señorío de la región de Emerië en Mittalmar pues ella amaba los bosques, y allí construyó una hermosa casa blanca. Pero Erendis sentía que su esposo amaba más el Mar y un frío comenzó a helar sus sentimientos.
Dos años más tarde Erendis dio a luz a Ancalimë, quien llegó a ser una de las mujeres más hermosas de Númenor. Pero Aldarion se sentía inquieto por las noticias que llegaban a Númenor. Los hombres de Tierra Media se habían vuelto hostiles y atacaban los puertos numenoreanos, al parecer incentivados por una fuerza oscura que venía desde el este. Aldarion construyó entonces un enorme barco-castillo llamado Hirilondë y se hizo a la mar cuando Ancalimë tenía apenas 4 años, en contra de los deseos de su esposa y sin la bendición de su padre. Llena de amargura Erendis tomó a su hija y abandonó Armenelos. Y a partir de entonces vivió en su casa en Emerië lejos de la corte, sin más compañía que la de su hija y sus sirvientas.
Cuando Aldarion regresó su hija ya tenía 7 años, pero ante la amargura y el rechazo de Erendis decidió dejar Númenor para siempre. Sin embargo, Tar-Meneldur lo contuvo, pues su hijo había traído terribles noticias de Gil-Galad: los elfos de Lindon habían sentido la sombra que crecía en el este, pero a diferencia de los numenoreanos, reconocían en esta sombra la obra de un sirviente de Morgoth. Un nuevo Señor Oscuro se estaba levantando en el oriente.
Tar-Meneldur decidió entonces ceder el cetro a su hijo, quien fue coronado en el 883 SE. El nuevo rey mandó a traer a su hija de regreso a Armenelos, pero su esposa se rehusó a reunirse con él.
Durante su reinado Tar-Aldarion fortificó los puertos numenoreanos en Tierra Media y apoyó militarmente a Gil-Galad.
En el 892 SE, cuando Ancalimë tenía 19 años, Tar-Aldarion cambió las leyes de Númenor para que ella pudiera heredar la corona. De esta manera Tar-Ancalimë se convirtió en la primera reina de Númenor en 1075 SE. Pero era orgullosa y obstinada y guardaba un fuerte resentimiento contra Tierra Media por la separación de sus padres. Tras la muerte de Tar-Aldarion en 1098 SE, Tar-Ancalimë abandonó las empresas de su padre y suspendió su apoyo a los elfos de Lindon. Esto fue un duro golpe para Gil-Galad, pues la identidad del nuevo Señor Oscuro por fin se había revelado.
5. El Nuevo Señor Oscuro
Tras la derrota de su señor en la Guerra de la Cólera, Sauron, su mayor sirviente, huyó hacia las lejanas tierras del este esperando escapar así al castigo de los Valar. Y por mucho tiempo permaneció escondido, hasta que al ver la desolación del mundo pensó que los Valar habían olvidado nuevamente Tierra Media y su orgullo y odio contra los Eldar crecieron de prisa. Corrompió a muchos pueblos de hombres en el este y los hizo creer que Melkor era el verdadero Señor de Arda. Crió también a los orcos y amparó a otras criaturas oscuras que habían logrado escapar de la destrucción de Angband.
Pero a sus oídos llegaron las noticias de la fundación de Eregion y de la llegada a Tierra Media de los barcos numenoreanos, y su ira fue aún mayor. Pronto logró sumar entre sus adeptos a muchos pueblos de Harad y los convenció de que los numenoreanos sólo deseaban quitarles sus tierras y gobernarlos como a esclavos. Fue entonces que comenzaron los ataques contra los puertos. Pero Sauron no se atrevía a enfrentarse directamente a Gil-Galad ni a Galadriel, pues aún les temía, pero también envidiaba sus conocimientos. Ya en el año 1000 SE Sauron sintió que tenía el poder suficiente para llevar a cabo sus planes, por lo que se atrincheró en Mordor y comenzó la construcción de Barad-dûr.
Fue entonces cuando adoptó una imagen hermosa y se presentó ante los príncipes élficos bajo el nombre de Annatar, el Señor de los Dones, ofreciendo su conocimiento como ayuda a los elfos. Pero en Lindon fue rechazado, pues Gil-Galad y Elrond, aunque no conocían su verdadera identidad, dudaban de las hermosas palabras de aquel supuesto emisario de los Valar.
Pero en Eregion, Celebrimbor lo recibió, pues anhelaba llegar a compararse en obras con su abuelo Fëanor. Y Sauron se hizo llamar entonces Aulendil, pues afirmaba haber llegado a Tierra Media en nombre del Vala Aulë. Pero Galadriel desconfió de él, pues ella había sido discípula de Aulë y Yavanna en Valinor y no recordaba haberlo visto nunca.
Sin embargo, poco pudo hacer ella contra las maquinaciones de Sauron, pues se había ganado el favor de los Gwaith-i-Mírdain a través de los muchos secretos que les reveló sobre el trabajo de los metales y la magia de la forja. Poco a poco el Maia volcó el corazón de los elfos a favor de Celebrimbor, hasta que alrededor del año 1400 SE, Galadriel decidió abandonar Eregion donde ya no era estimada. Celeborn habría querido viajar con ella, pero no quiso cruzar el reino enano de Khazad-dûm, pues este era el camino que la noldo escogió ya que deseaba llegar a Lothlórien desde donde podría vigilar a Aulendil. En este viaje sólo la acompañó su hija Celebrían. En Lothlórien Galadriel tomó el mando de la defensa contra Sauron con ayuda de Amroth.
A partir del 1200 SE los Gwaith-i-Mírdain comenzaron la forja de anillos mágicos bajo la tutela de Aulendil. En los siguientes tres siglos los elfos de Eregion perfeccionan este arte y alrededor del 1500 SE son forjados los Nueve Anillos de los Hombres y los Siete de los Enanos. El propio Celebrimbor le regaló el principal anillo de los Siete a su amigo Dúrin III, Señor de Khazad-dûm.
Sauron abandonó entonces Eregion y se dirigió a Mordor, en donde utilizó los conocimientos de los elfos para forjar el Anillo Único en los fuegos del Orodruin (el Monte del Destino) alrededor del 1600 SE.
Pero Celebrimbor también creó tres poderosos anillos sin la ayuda de Sauron: Nenya, Narya y Vilya, pues la ausencia de Aulendil lo había hecho recordar las advertencias que recibiera de Galadriel y Gil-Galad.
Cuando Sauron terminó de forjar el Anillo Único y pronunció su fatal hechizo, Celebrimbor escuchó con espanto aquellas palabras haciendo eco en los demás anillos. Temiendo por los suyos y percibiendo el poder que ejercería el Único sobre los demás Anillos de Poder, fue a través del reino de Dúrin a Lórien para pedirle consejo a Galadriel. Ella le aconsejó que ocultara los anillos y los mantuviera lo más alejados del nuevo Señor Oscuro. Celebrimbor así lo hizo y sin perder tiempo le entregó Nenya a Galadriel. Regresó a Moria, puso en alerta a la gente de Dúrin; pasó por Eregion informando a los suyos del peligro y de ahí salió a reunirse con Gil-Galad a quien le entregó Narya y Vilya para que los resguardara; una vez hecho esto regresó a Ost-in-Edhil a esperar la guerra inevitable.
6. Los Últimos Días de Eregion
Pronto Sauron reclamó los Anillos de Poder para sí, pero Celebrimbor se negó a entregárselos. Encolerizado, Sauron reunió un enorme ejército de orcos y orientales que marchó a través de Calenardhon (la región que sería conocida como Rohan en la Tercera Edad) en 1695 SE. Gil-Galad entonces envió una fuerza al mando de Elrond para hacerle frente a Sauron.
Pero los ejércitos oscuros se dirigieron entonces a Eregion. Celeborn tomó parte del ejército de los Gwaith-i-Mírdain en intentó cerrarles el paso. Sin embargo, las huestes de Sauron eran mucho más numerosas y fue rechazado hacia el norte, donde logró unirse a Elrond. Pronto Eregion fue arrasada y Ost-in-Edhil fue sitiada.
Elrond y Celeborn intentaron desesperadamente romper el sitio, pero les fue imposible. La ciudad cayó en pocos días y Celebrimbor fue hecho prisionero por el propio Sauron, quien se apropió de los Nueve y otras obras de los orfebres élficos. A través del tormento, Sauron resquebrajó la voluntad de Celebrimbor y averiguó el paradero de los Siete. Pero de los Tres, Celebrimbor nunca dijo nada. Entonces Sauron hizo que lo mataran y llevó como estandarte el cadáver de Celebrimbor colgado de una pérdiga y atravesado por flechas de orcos. Desalentado ante semejante visión y comprendiendo que Eregion ya se había perdido, Elrond ordenó retroceder ante la arremetida de Sauron. Y allí mismo todas sus tropas hubiesen muerto si no fuese porque Dúrin III atacó la retaguardia del ejército oscuro con apoyo de los elfos de Lothlórien conducidos por Amroth. Sauron abandonó la persecución de Elrond y se volvió contra enanos y elfos que se refugiaron en Moria y cerraron para siempre la Puerta Oeste. Desde entonces Sauron juró que algún día destruiría Khazad-dûm.
Elrond y Celeborn se refugiaron en los valles del noroeste de las Montañas Nubladas y allí, en 1697 SE, Elrond construyó un refugio fortificado al que llamó Imladris (Rivendel).
Pero Sauron aún no había terminado su ataque contra los elfos. En muy poco tiempo conquistó toda Eriador y obligó a Gil-Galad y los numenoreanos a atrincherarse en Lindon. Hombres y elfos huyeron hacia el este a través de las Montañas Nubladas. En sus adentros Sauron había adivinado el paradero de los Tres Anillos de los Elfos y estaba decidido a aplastar a Gil-Galad de una vez por todas. Pero el rey elfo envió mensajeros a Númenor en busca de ayuda.
Así, en 1700 SE el heredero al trono Tar-Minastir envió una gran flota al mando del almirante Ciryatur que desembarcó en los Puertos Grises. Con este apoyo Gil-Galad rompió el sitio y destrozó los ejércitos oscuros que estaban entre él y Elrond. Sauron se replegó entonces hacia el sur, pero fue interceptado por un segundo ejército numenoreano que había desembarcado en Lond Daer. La derrota fue completa y el propio Sauron apenas logró escapar a Mordor.
El resultado de esta guerra fue variado. Eregion había sido destruido, Celebrimbor había muerto y Sauron se había adueñado de los Nueve y conocía el paradero de los Siete. Pero los Tres Anillos de los Elfos permanecían a salvo y Númenor había demostrado ser un enemigo demasiado formidable para Sauron.
En ese tiempo se celebró el primer Concilio en Rivendel al cual asistieron todos los líderes élficos. Gil-Galad decidió mantener una fortaleza al este de Eriador y nombró a Elrond vicerregente y le dio a Vilya. Galadriel se reunió de nuevo con Celeborn y vivieron en Eriador hasta que Amroth abandonó Lothlórien en busca de Nimrodel. Durante este Concilio Elrond se enamoró de la hija de Galadriel, Celebrían, y tiempo después se casaron.
Pero para todos los líderes era claro que con Sauron y su Anillo los tiempos de oscuridad habían vuelto a Tierra Media.
En Númenor mientras tanto, una sombra propia comenzaba a crecer en el horizonte.
(Continúa con “La Segunda Edad de Tierra Media: Del Fin de Númenor y la Última Alianza”)